Fotolibros
Uno de los productos editoriales que más fácilmente podemos encontrar en exposiciones y ferias relacionadas con publicaciones es aquel que resulta de la autoedición. Y dentro de los productos autoeditados el fotolibro es con mucho el más realizado. Contar con imágenes permite generar una narración abierta a distintas interpretaciones. La falta de palabras que cierren sus posibilidades narrativas hace que el fotolibro resulte ser una publicación con una dosis de conceptualización alta. Es cierto que en ocasiones nos encontramos con publicaciones altamente contemplativas, es decir, publicaciones excesivamente anecdóticas, no obstante, cuando nos encontramos con un trabajo en el que se ha realizado una buena edición de imágenes, descubrimos un grado de abstracción óptimo para generar todas las narraciones que queramos construir desde nuestra propia experiencia visual.